Madrid y Oniria
nunca se han llevado bien.
La primera detesta la osadía
de nosotros los funambulistas
que nos queremos mantener en pie.
Se acabó dudar entre los cables
pues éste equilibrista
está hasta las pelotas
de tus juegos malabares.
Madrid, Oniria existirá.
La vida es sueño
y los sueños
se opondrán.
Si, ya lo verás.