¿Es el enemigo?
Cuelgue, que ya me pongo yo.
Se cuelga el metro.
me cuelga el moco.
Los unos se cuelgan de los otros
y andamos todos colgados.
No, cuelga tú.
Y yo estoy
hasta lo que tengo aquí colgado
de Babilonia y sus marchitos jardines.
Estoy deseando
que se cuelgue de nuevo el metro
para descolgarme de todo esto.
Quemar el invernadero que me asfixia
y huir del centro de la tierra
a un millón de leguas
de viaje haciendo un submarino.
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