Mira, lo estoy siendo.
Hace mucho tiempo
que necesitaba serlo
y por salvar mi integridad
en esta absurda lucha de gigantes
tenía que hacerlo.
No me refiero al refranero y admitir
que a quien un reloj saca de Oniria
a las horas más prohibidas
el supremo da su mano
y dice: venga hijo,
que los logros que hoy consigas
serán gracias a mí.
No me limito a la cafeína
como combustible principal,
moneda de cambio
y tregua
con mis límites y capacidad.
No hablo de aguantar
día y día en Matrix,
ni a su falsa felicidad
diafrazada de campaña publicitaria,
el hedor del subterráneo,
de sus agentes y sus gentes,
de condición bovina y olor a cuadra.
Hablo de despertar
a mi propio mundo real.
Aprovecharme del ficticio
y las pocas mieles que le quedan.
De no pensar en un final.
De soldarme bien a mis principios.
Hace tiempo que deseaba hacerlo,
y lo estoy siendo.
Ser el cambio
que deseo ver en mi mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario