sólo,
mi salón,
todas las pelusas llevan tu nombre.
¡Déjame en paz!
Quiero ser un buzón abierto.
¡Llévate tu guerra!
y el tamaño de tu boca.
Me alquilaste
a bajo coste
por subir a la montaña rusa
de las risas de tus amigas.
Y ahora que ya
no me comes nada
vuelvo a tener mi nevera llena.
Y si tienes hambre,
no vuelvas por aquí.
-Poema escrito junto al compañero Jesús (aunque algo modificado)
en aquel taller de Carlos Salem.
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